jueves, 27 de septiembre de 2012

La publicidad tradicional ha muerto

Si analizamos la inversión publicitaria en la actualidad, quedan claro qué medios van quedando obsoletos. El dinero que se invierte en medios como la televisión o la radio, no es ni por asomo similar al que se invierte en medios digitales (del 16,0% en 2011 al 21,5% de inversión que tendremos en 2014) y sobre todo aplicaciones móviles. 

El hecho de que la inversión sea menor, ha obligado a los anunciantes a reinventarse, a utilizar nuevas fórmulas. Son muchos los que hablan de nueva manera de promocionarse, cuando no es más que adaptar sus marcas a la actualidad. Época de cambios vertiginosos, en la que lo que se hace hoy, mañana ya no vale. La publicidad tal y como la entendíamos ha muerto, no puede fardar de lo bueno y maravilloso que es un producto, ahora debe ser capaz de diferenciarlo, de hacerlo interesante.



La vaca púrpura de Seth Godin: "Convertir un producto invisible en un producto extraordionario".

Se ha pasado del clásico emisor-receptor, a  buscar un vínculo emocional, interacción entre la marca y los usuarios, es decir, la conversión del marketing tradicional al marketing relacional. Se explica así las altas cifras que se manejan en medios digitales, las redes sociales y aplicaciones móviles (crecimiento esperado de un 126% para este año) cobran cada vez mayor importancia. Sólo este año se espera que los españoles gasten 1.257 millones de euros en contenidos para móviles.

El crecimiento imparable de los medios digitales se explica también en la rentabilidad de cada medio. En su día el más utilizado fue la radio o la prensa mientras que hoy en día el uso de un Smartphone, se antoja casi imprescindible. Todo ello por no hablar del medio internet, millones de personas tienen acceso a la red y tienen voz y voto, hecho a tener en cuenta no solo para la publicidad, sino para la sociedad en general. Si los medios tienen el poder de mover masas, internet,  tiene el poder de multiplicar dicho efecto.

Analizando un caso concreto, las redes sociales, nos damos cuenta de su influencia, las marcas ya no se publicitan, recomiendan el uso de sus productos, ya no se hace uso de imperativo ¡cómpralo ya!, ya no funciona, el usuario no es tonto y no quiere que le digan lo que debe o no debe hacer. Una marca debe simpatizar con aquellas personas que pretende que compren sus productos, no molestar, hecho del que se han ido dando cuenta poco a poco, ¡a buenas horas!

Se han decidido a hacer un mayor uso de los medios digitales ya que su cobertura es mayor que la de otros medios y que en tiempos de dudosa bonanza publicitaria (económicamente hablando), han tenido que reinventarse. Han dicho, “no tenemos dinero” pues no perdamos el tiempo invirtiendo en publicidad tradicional que seguramente no interese al usuario y establezcamos un diálogo con los mismos, conozcámosles, entendámosles, seamos como sus amigos y seamos “honestos” con ellos.

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